Todas las grandes ciudades del mundo, sin excepción, fueron diseñadas urbanísticamente en un mundo sin comercio electrónico. Su incorporación se ha convertido en un reto para la logística de la entrega, apostando por un futuro híbrido.
La grandes ciudades del mundo entero vivieron sus primer proceso de expansión entre la década de los 60 y los 80, época de la gran expansión demográfica. Pero, ni los barrios, ni las calles, ni las aceras de las grandes ciudades fueron pensadas en un mundo de consumidores que fuesen mayormente online, menos en sectores rurales o pueblos escondidos.
Si bien la primera compra online sucedió en 1994, su verdadera gran expansión ocurrió a partir de 2010. Por lo que cabe destacar que nuestras ciudades no están preparadas para un retail mayormente de Amazon, Temu, Shein -entre muchas otras- y apenas consumidores yendo a tiendas físicas. La apuesta por un futuro híbrido se hace cada vez más imprescindible.
Aunque, en opinión de Laureano Turienzo, las ciudades y grandes ciudades no están preparadas para que las calles se llenen de camiones, dark stores, paquetes, entregas urgentes en dimensiones millonarias. Menos sería de esperar en pequeños lugares.
Si el día de mañana el 50% de los ciudadanos de una gran urbe decidiera que sus compras fueran todas online, el caos que se generaría en la ciudad sería épico. Si decidieran que les llegara el pan, fármacos, ropa, herramientas, muebles, y/o un sinfín de productos demandados la mitad de lo que en esa ciudad se comprara, por un solo día, la haría colapsar como ciudad.
El futuro pasa por un escenario híbrido donde las tiendas físicas tengan un papel protagónico en el día a día de las ciudades y el comercio electrónico lo complemente en la distancia.
Fuente: https://americaretail-malls.com/opinion/ciudades-sin-preparacion-el-reto-del-comercio-electronico/