La electromovilidad en Latinoamérica crece rápidamente, con más de 200,000 vehículos electrificados y planes de transporte público sostenible.
El crecimiento acelerado de las grandes ciudades y el consecuente aumento del parque vehicular se han convertido en desafíos de la actualidad: la contaminación y los problemas de salud pública exigen un cambio de rumbo urgente en nuestra movilidad. Ante este panorama, la pregunta es ineludible: ¿Será posible transitar hacia un modelo más limpio, eficiente y sostenible?. La electromovilidad emerge no sólo como una respuesta tecnológica, sino como una vía tangible para transformar la calidad de vida en las grandes ciudades.
La electromovilidad no es una visión lejana, es el presente que estamos creando. Las acciones que tomemos hoy definirán las ciudades y sociedades del mañana. Esta responsabilidad compartida exige el compromiso de toda la región. Sólo una participación consciente y colectiva acelerará la transición hacia un desarrollo más limpio, próspero y sostenible.
Esta transición hacia la electromovilidad representa una oportunidad para forjar un futuro donde el progreso y la sostenibilidad avancen conjuntamente. Países como Chile, Colombia y Costa Rica ya están construyendo el camino con ambiciosos planes para electrificar su transporte público y aprovechar su potencial de energías renovables.
Según datos de Statista, hasta mayo de 2023 alrededor de 4,150 autobuses eléctricos ya formaban parte de los sistemas de transporte público en la región. Colombia lidera esta transformación con 1,589 unidades en circulación, seguido por Chile con una flota cercana a las 1,223 unidades. Estas cifras reflejan el compromiso de Latinoamérica con la reducción de emisiones, además de evidenciar el potencial de la región para acelerar la transición hacia tecnologías más amigables con el medioambiente.
Fuente: https://forbescentroamerica.com/2025/08/21/el-momento-de-acelerar-la-movilidad-sostenible