Escuchar música en tu cerebro, una experiencia holística multisensorial, donde los nervios se conectan con los sentidos y abre el baúl de los recuerdos de nuestra mente.
“La música es un neuroprotector porque conecta todo el cerebro” aseguran especialistas. Cantar activa las mismas zonas que comunicarnos, influyendo en nuestros estados anímicos y permitiéndonos ampliar criterios.
Es decir, se activan los lóbulos temporales y parietales; además de la corteza prefrontal ventromedial, la que está relacionada con los centros del placer y de la motivación y creatividad.
Sabemos que cuando el ser humano escucha sus ‘canciones favoritas’, se activa la formación reticular, relacionada con la vigilia, la que -a su vez- se conecta con el hipotálamo, la estructura cerebral que controla funciones como la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, e incluso el hambre.
Además de todo lo que pasa en nuestro organismo, los sonidos se conectan con los sentidos y con nuestros recuerdos, por lo que no es nada raro que cada vez que entramos en contacto con la música en todo su esplendor, se detone un festival de emociones en nuestro interior.
Fuente: https://www.america-retail.com/neuromarketing/el-cerebro-cantante/